miércoles, 27 de mayo de 2015

Diferentes adhesivos para los suelos vinílicos

Si se está buscando un suelo resistente, que sea suave bajo nuestros pies, con una buena durabilidad y una excelente relación calidad-precio, los suelos vinílicos pueden ser la solución ideal para esta clase de demanda. Dentro de la amplia gama de modelos podemos encontrar aquellos que cuentan con adhesivo incluido o aquellos para los que para su colocación hay que utilizar un adhesivo especial.

A pesar de la gran variedad de adhesivos existentes, hay uno que es muy recomendado por fabricantes y profesionales del sector, la resina epoxi, la cual da unos resultados formidables dado que es muy difícil que habiendo pegado bien el vinilo al subsuelo puedan despegarse. Pero además de esta clase de adhesivo existen más en el mercado y en esta entrada vamos a conocer algunas de las alternativas que podemos encontrar en el mercado.

¿Qué adhesivos podemos encontrar en el mercado?

En el mercado podemos encontrar los conocidos como adhesivos con COV. Se trata de adhesivos Compuestos Orgánicos Volátiles. Están hechos a base de plantas y podemos encontrar otros hechos de pasta de harina de centeno, pegamento de resina o de caucho natural e incluso pegamento de celulosa, proporcionando un adhesivo natural y duradero que ofrece muy buenos resultados, por lo que habrá que elegir suelos vinílicos que sean de calidad y formen un buen tándem.


En el mercado podemos encontrar muchos otros adhesivos para pegar los suelos vinílicos, un pegamento especial conocido popularmente como cola vinílica así como pegamento para etileno o pegamento para acrilato entre otros nombres.  Se trata de pegamentos bastante efectivos y de precio popular que suelen encontrarse en tiendas especializadas en pavimentos y suelos para el hogar o en tiendas especializadas en bricolaje principalmente.

A pesar de que el mercado ofrece un gran número de adhesivos y colas para suelos vinílicos, también podemos encontrar vinilo que no requiere de adhesivo para la instalación, sobre todo porque ya lo lleva incorporado y solo tenemos que despegar una lámina protectora e ir colocando las baldosas o los tablones de vinilo en el lugar correspondiente, haciéndose así mucho más sencillo y rápido a la hora de instalar.

Una ventaja con la que cuentan los suelos vinílicos es que pueden colocarse sobre otros subsuelos, para lo que se debe utilizar adhesivo, siempre que el subsuelo esté limpio y nivelado o no haya que equilibrarlo con mortero para cubrir las juntas de un anterior pavimento. Por lo demás es muy sencillo de instalar.

Un consejo importante es que si se va a colocar alguna clase de suelos vinílicos sobre linóleo y éste es antiguo, es conveniente retirarlo  dado que antaño se fabricaban linóleos con asbestos, algo que para ser retirado se requiere la ayuda de un profesional dado que los asbestos pueden ser peligrosos para la salud.

Por lo demás, no existe ningún problema para la instalación de los suelos de vinilo, siendo un proceso sencillo y habiendo elegido un vinilo y un adhesivo de calidad, se puede tener un suelo bonito, duradero y muy resistente al paso del tiempo, siempre y cuando se le realice una limpieza periódica.

Cómo instalar suelos vinílicos

Los suelos vinílicos son una alternativa muy utilizada hoy en día a la hora de proporcionar un mejor aspecto al suelo de cualquier estancia del hogar, aportando un gran estilo, durabilidad y los mejores resultados, además por un precio más que asequible, algo que no sucede con otros suelos.

Una de las grandes ventajas que ofrecen los suelos vinílicos es que no tiene una gran dificultad de instalación, por lo que podemos intentar colocarlo nosotros mismos siguiendo las pautas marcadas por el fabricante y teniendo cuidado de no equivocarnos en ninguno de los pasos recomendados.




Para instalar los suelos vinílicos en el hogar necesitaremos los siguientes materiales:

  • Resina epoxi para suelos.
  • Rascadores para suelos.
  • Cepillos, rodillos, paletas y esponjas.
  • Rotuladores de punta de fieltro (no permanentes)
  • Molduras de madera.
  • Cutter.
  • Una aspiradora.
  • Una regla.

Instrucciones

Lo primero que debemos hacer para la instalación de los suelos vinílicos es cortar la lámina en una zona donde tengamos mucho espacio y lo orientaremos en la misma dirección que el lugar donde será colocado. Con el metro y la regla iremos midiendo y marcando las dimensiones del suelo en la propia lámina de vinilo con el rotulador, pero no hacerlo demasiado ajustado sino que debemos dejar unos 3 o 4 centímetros adicionales para poder corregir  y hacer que el suelo quede con la medida justa en el suelo.

Cortaremos la lámina vinílica con la forma del suelo, ayudándonos de la regla y un cuchillo especial para el suelo, algo que debemos hacer poco a poco y hacerlo con calma para no equivocarnos en ningún momento. La colocación de suelos vinílicos debe hacerse sin prisas y con concentración en lo que se está haciendo para que no haya ningún error y en caso de que lo tengamos, siempre será mejor que el error sea en los bordes, dado que podremos disimularlos gracias al rodapié.

Después limpiaremos las marcas del rotulador con una esponja humedecida y enrollaremos el vinilo, asegurándonos que la cara posterior está limpia mientras lo enrollemos. Llevaremos los suelos vinílicos al lugar donde van a ser colocados.

El siguiente paso es el pegado y para ello tendremos que aspirar y limpiar bien el suelo de cualquier clase de suciedad y polvo, dejándolo lo más limpio posible para un mejor asiento de los suelos vinílicos. Cuando el suelo esté listo desenrollaremos la lámina de vinilo y la ajustaremos al suelo en seco. Si tenemos que corregir para hacer un mejor ajuste habrá que hacerlo con cuidado, no podemos permitirnos ningún error cuando ya está cortado el vinilo.

Cuando el vinilo esté completamente liso ya podremos comenzar a pegar. Enrollaremos por un lado del vinilo hacia arriba desde uno de los bordes externos al punto central, el otro lado lo dejaremos en el suelo. Abriremos el bote de resina epoxi y con una paleta ranurada extenderemos una línea de resina de unos 30 centímetros de grosor por todo el suelo, siempre haciéndolo desde el centro de la habitación hasta el borde más externo de la misma.

Iremos presionando el vinilo presionándolo contra el adhesivo, para lo que podemos ayudarnos con una botella de cristal vacía o mejor aún, un rodillo de cocina para que se adhiera mejor. Cuando todo esté bien pegado haremos lo mismo por el resto de la habitación y repitiendo la misma operación con los suelos vinílicos por el resto de la casa.

Para asegurarnos que no queda ninguna burbuja en el suelo podemos ponernos unos calcetines y caminaremos por toda la estancia para intentar detectar alguna imperfección en el suelo. Cuando lo hayamos comprobado dejaremos secar todos los suelos vinílicos colocados siguiendo las recomendaciones del fabricante.